miércoles, 1 de octubre de 2014

Vuelven las peonzas

Vuelven las peonzas.  Ya sé que ya volvieron el año pasado, antes de las canicas y antes que las gomas para pulseras.  Han vuelto otra vez.  Algo así como rescatar en el último momento esa prenda que ya habías desechado en la bolsa de Caritas.  Hay en todos los colores con una docena de modelos: cobra, supercar, mini car... Se vuelven locos.  Las tiran en la consulta del médico.  Hacen una pirueta y la cogen con la cuerda mientras tú intentas pagar el pan sin soltar al niño de la oreja.

Cuando tú y yo eramos pequeños, dibujamos un círculo. Un círculo mágico y jugábamos a sacar a otras peonzas de él.  Como en la vida misma.  Te expatrian. Te exilian. Te echan a codazos y lo ves venir pero permaneces inmóvil, pendiente de cual será el próximo movimiento.  Tenso hasta que te toca volver a tirar.  Nunca jamás tirabas la peonza en casa.  Ni se te ocurría. Inimaginable.

Ayer por la noche, descubrí porqué.  Y es que hay algo que debes saber:  Todas, lee atentamente,    T- O- D- A- S, joden el parqué.

Hasta el infinito y mas allá

Si hay algo por lo que te puedas sentir mal, te sentirás fatal.  Ayer mismo.  Después de salir de casa a las 9.00 y llegar a las 19.50 (prácticamente 11 horas después).  Me enfrento a un pequeño ser, lleno de rizos, tantos que su cuerpo parece diminuto frente a esa madeja tostada infinita que mira lánguidamente a una tortilla francesa durante ??? algo más de una hora.  Allí mirando, insistiendo... porque a mi lo que de verdad me gusta es la tortilla de patata. Sin cebolla.

jueves, 7 de agosto de 2014

Be water, my friend

Whatsapp nos ha cambiado la vida. Ya no hay excusa; no hay lugar donde esconderse; siempre puedes mandar un "wazap".  Bueno, siempre y cuando no se haya desconfigurado de tu dispositivo móvil.  Proporciona comunicación instantánea, gratuita y  múltidireccional entre otros atributos.  Una revolución.  Sin embargo el aspecto del ivnento que más me gusta son "los estados".  Abres la pestaña de contactos y empiezas a mirar todas esas caras conocidas, olvidadas y a leer sus estados.  Unos son auténticas declaraciones de intenciones; otros comentarios lapidarios sobre el momento de su vida y la de los demás; otros prácticos como "hi! I'm using..."; otros "en el cine" de manera continuada, non-stop, ni para dormir, ni para ir al baño, siempre en el cine. O  "Sin estado".  Yo pensaba que se trataba de una declaración anarquista, un gesto de protesta frente a la situación de este lugar inombrable donde vivimos... pues no, simplemente, eso "sin estado".  Como vividora, mi estado durante mucho tiempo fue viviendo.  Eso, estoy viviendo. Sin más, sin adornos, sin coartadas.  Hasta que sentí que Bruce Lee Fu Jan me hablaba a mi: "Be water, my friend".