"Hola, quiero hacer una fiesta el viernes..." , director general, 20:30 miércoles.
Yo ya estoy en otro planeta. Imposible, ¿será verdad que me esté invitando a una fiesta el viernes?, "fenomenal" contesto, ilusionada, "díme". Y sigo volando. Espero que mi novio me pueda acompañar, aunque con él nunca se sabe, pero seguro que se anima. La niña. Mi madre, se lo digo a mi madre, seguro que no le importa. Es genial que cuente conmigo.
"Si, mira hemos cumplido el objetivo de marzo y me gustaría hacer una fiesta para todos los empleados. ¿Crees que dará tiempo a organizarlo? En plan bien, tú ya sabes... es poco tiempo, solo un día, pero ... ¿a qué hora convocamos a todos?"
¡y yo pensando en el vestido negro!